
Con esta entrada comenzamos la serie “¿Qué eliges?”. El propósito de esta serie es doble, por un lado, ayudarte a ampliar el nivel de consciencia y tener una visión más abierta, más amplia de la realidad y, por otro lado, pretende animarte a la acción para hacer lo correcto, con valentía y fortaleza.
Elegir implica, por un lado, tener más de una opción, y por otro, implica también querer elegir y no dejarse llevar.
Muchas veces no somos conscientes de que tenemos más opciones y por tanto no elegimos. Asumimos que las cosas son como son y no nos plantemos que puedan ser de otra manera. En estos casos una visión más abierta, una mayor consciencia nos ayudan a tomar las riendas de nuestra propia vida y elegir hacia dónde queremos ir y cómo queremos llegar allí. No me estoy refiriendo sólo a las grandes decisiones sino también a las decisiones que tomamos en nuestro día a día, porque son estas decisiones las que poco a poco van forjando nuestro “destino”, en palabras de Antonio Machado “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Como decíamos, elegir también implica QUERER elegir y no dejarse llevar por el entorno, las circunstancias, las decisiones de los demás, nuestros propios hábitos adquiridos, etc. Este QUERER no siempre es fácil, porque elegir supone descartar otras opciones, y muchas veces elegir lo CORRECTO supone descartar la comodidad, vencer ciertos hábitos, arriesgarse a equivocarse, etc.
Con todo esto, te animo a que tomes las riendas y vivas tu vida con intensidad y consciencia, te animo a que elijas, que elijas hacia dónde quieres ir y cómo quieres llegar ahí.
Te animo a que encuentres y elijas RECUPERAR TU PROPIO EQUILIBRIO NATURAL.
Photo by Vladislav Babienko on Unsplash